Vivir en asombro

Abre tus ojos, agita la cabeza, y mira el mundo. ¿Qué sucede?

¡Es sorprendente!

Todo lo que pasa es una maravilla.

Planta una semilla, riégala y mira cómo crece una planta.

¡Y así, muchas otras cosas son realmente sorprendentes!

He aprendido con el tiempo a vivir en asombro, como los niños cuando reciben un regalo por primera vez.

Quizás te preguntes porqué me pongo a escribir sobre el asombro como prólogo de este libro sobre ñandutíes.

Primero, uno de nuestros objetivos en la Fundación Texo es “sorprender a través del arte y la cultura”; que cada sorpresa pueda ser un nuevo conocimiento para alguien, porque es a través de ese conocimiento que crecemos individualmente como personas y como sociedad.

Incorporemos esa habilidad de “Vivir en asombro”.

Si te detienes unos segundos a observar cada tramo que tiene una pieza de ñandutí, encontrarás la maravilla de las manos artesanas de quién la hizo y que es algo tan nuestro; y muchas veces por la proximidad o la rutina, no le damos el valor que se merece.

Gracias a personas como Annick Sanjurjo, que desde siempre supo reconocer el lugar que se merece, podemos disfrutar de algo tan preciado y valioso, que es parte del patrimonio cultural de nuestro país.

Y no sólo es un libro, es también un espacio físico.

Hemos abarcado todos los elementos para que puedas adentrarte a vivir una experiencia que termine por asombrarte.

¿Quién puede decirnos adonde nos lleva la vida?

Y esta reflexión me surge al unir hechos y circunstancias del devenir diario.

Annick conoce a Albert Casciero y juntos deciden iniciar una nueva etapa de sus vidas y van a vivir a Estados Unidos.

En el 2019, Germán Rojas Irigoyen, embajador paraguayo en USA, lleva a Albert y Annick los primeros libros de la Fundación Texo y nos dicen: “a ustedes los estábamos buscando para donar la colección de ñandutíes atesorados por Annick durante toda su vida, y que pueda quedar en Paraguay con el cuidado y atención que algo tan delicado y valioso lo merece”.

¡¡Oh asombro!!

Y agradecimiento por formar parte de este proceso con conocimiento y relevancia.

Un evento o una situación significan una referencia. Y donde sea que haya vida, hay, y debe haber, reverencia. Sin estos tres principios (Conocimiento, Relevancia y Reverencia), la vida no puede evolucionar.

Y así se suma un nuevo nexo que la vida nos regala: Annick y Albert nos entregan su colección y nosotros, desde la Fundación Texo, le rendimos el homenaje y reconocimiento que se merece con la instalación de la Sala Annick Sanjurjo de Arte Popular, en el museo de la Fundación Texo.

Honrando el arte del ñandutí de muchas mujeres paraguayas, el 24 de febrero, día de la mujer paraguaya, inauguramos la Sala Annick y una nueva edición del libro de ñandutí, que continuara como parte del patrimonio cultural del país a través de la donación realizada a nosotros.

Como directora ejecutiva de la Fundación Texo, y en nombre del directorio, la palabra “gracias” podría parecer insuficiente, pero no hay otra, porque, esta muestra de generosidad y amor al terruño se ha convertido en un compromiso nacional que pretendemos honrar, cuidar y preservar para las futuras generaciones.

Vivianna Dioverti

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