Sentir, Estómago, Garganta 

Silbidos bajo el agua, nadie escucha. 

El encuentro es algo de desierto que guarda universos de información si escarbas. 

Las venas son las únicas vías que se encuentran tapadas y fluyen por un lugar que no alcanzo a ver. 

Aunque el sentir siempre genera situaciones de implosión, de ir hacia dentro, surcando ríos que lleven hacia canales que deriven en la invención de nuevos mundos, donde la red que intenta separar las partes se vea afectada y antes que separar las partes, inicie una suerte de proceso simbiótico. 

Esta instalación parte de un proceso de investigación entorno a lo que se denomina como la dimensión eléctrica donde se entrecruzan universos entre lo humano – no humano y el entorno. Procesos de cuasi hibridación con los nuevos medios, una mezcla, una conexión, un canal.  

Es que, en un intento de ficción, existen quizás, espacios donde todo se encuentra conectado, como un gran rizoma por donde viaja la información. 

Para el desarrollo de esta obra se ha buscado a ciertos protagonistas que crean piezas que emergen desde la subjetividad y encuentran una salida en prácticas como inteligencia artificial, “machine learning”, aplicación de códigos y la ilustración digital, generando una suerte de poéticas de relacionamiento que se conjugan en esta instalación a modo de un cuerpo hibrido donde lo orgánico se entremezcla con lo digital.

Un proceso en curso que deviene en obra, como una red tangible, donde varias partes se encuentran unidas. En un primer intento de mapear por donde se ubican quienes desarrollan piezas que pasan por la introspección, el sentir desde el estómago y luego vomitar ideas a través de la construcción de formas en red o medios eléctricos.